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HOMENAJE AL TANQUE SHERMAN

En el Regimiento de Caballería de Exploración 12 “Dragones Coronel Zelaya”, en ocasión de conmemorarse un nuevo aniversario de su creación, tendrá lugar una pequeña ceremonia por la cual se emplazará en un lugar de privilegio y dónde permanecerá para su admiración por parte de la actual y futuras generaciones un Tanque Sherman, que es el mismo desde el cual en la celebración del Día de la Caballería  de 1998, en una despedida simbólica de ese material que tan noblemente prestó servicios durante muchos años en el Ejército, ejecutó su último disparo.

La Jefatura del Regimiento, en el cual se encuentra en depósito el vehículo y donde revistan actualmente dos suboficiales que integraron la tripulación en la oportunidad mencionada, han considerado importante como forma de homenajearlo una vez más, que luego de un minucioso trabajo de puesta a punto y pintado se lo coloque en un sitial de honor

Dicho sitial, es creado como mensaje a las nuevas generaciones de que ese noble caballo de acero adiestró a numerosas tripulaciones y fue escuela de mantenimiento y de celo profesional.

Como adhesión a tan noble acto, la Comisión del Arma de Caballería “San Jorge”, resolvió recordar aquel momento que con profunda emoción se vivió en aquella ocasión.

La despedida, luego de prestar servicio durante 50 años en el Ejército, fue realizada en oportunidad de conmemorarse el Día del Arma en 1998 y la impartición de fuego de su último disparo, fue dada por el entonces Decano del Arma y Jefe Honorario, general de división (R) José Antonio Lubín Arias, quien fuera el jefe del C8 con asiento en Campo de Mayo y que en 1948 recibiera dicho material y transformara su regimiento en blindado.

El Sherman más próximo a Magdalena se encontraba en el RC Tan 12, con asiento en Gualeguaychú. Se desempeñaba por ese entonces como jefe, el actual general de división (R) Jorge Ángel Tellado, quien enseguida se entusiasmó con la idea y de inmediato impartió las órdenes para su concreción.

En aquella ocasión, recuerda el entonces jefe del R C Tan 8, general de brigada Gustavo D’Amico, en el momento de la despedida, el Sherman se aproximó a todo motor para ocupar su posición de tiro y lo hizo con una capacidad de maniobra asombrosa para las condiciones del terreno, debido a que había estado lloviendo los días previos al evento. Ya lo estaba esperando con micrófono en mano el general Arias para impartir la orden de disparo.

Comienza con el clásico “Misión de fuego… Apuntador…” que sonaba por los altoparlantes, “A las once… Tanque… Perforante… 1.0.0.0”, hasta que llega el clásico “¡Fuego!”. Todos los presentes contuvieron el aliento mientras se produjo un silencio que pareció interminable porque el apuntador demoró la puntería para asegurarse un impacto certero, el general expresa con voz enérgica… “¡Pucha…no dispara!”, cuando en ese instante se produjo el estruendoso disparo, coronado con un impacto certero y el tanque se retiró del lugar con la misma agilidad con la que había entrado en posición.

Al final de la ceremonia se realizó el desfile de los blindados participantes, 15 en total y a la cola el Sherman, que marchaba sin perder distancia del vehículo que lo precedía. Un cañón autopropulsado de 155 mm de la familia AMX, que en el momento más inoportuno se quedó empantanado justo frente a la tribuna del JEMGE, generó un profundo silencio y expectación del público, pero casi al instante, el Sherman que había detenido la marcha, largó una  bocanada de humo negro por el escape por la rápida aceleración de su motor y bloqueando una oruga eludió el obstáculo al frente y se perdió en el horizonte a toda marcha.

Seguidamente estalló un cálido aplauso entre el público presente, en señal de reconocimiento a este noble tanque que prestó servicios al Ejercito durante tantos años.