Historia
La Comisión del Arma de Caballería, desde varias gestiones anteriores, definió la necesidad de escribir la historia de este legendario componente del Ejército Argentino. Prolongados estudios, intercambios de ideas, consultas con quienes poseían versación sobre la materia, fueron delineando una estructura básica orientadora del trabajo a realizar.
Dicho esquema, fue sometido a la opinión del general de división (R) D Osiris Guillermo Villegas, caracterizado oficial superior de la caballería quien con su reconocida solvencia intelectual captó, con llamativa claridad, lo que sería el contenido de esta obra, cuya primera parte se presenta como el avance de un trabajo de mayor magnitud que se encuentra en pleno y promisorio desarrollo.
Tan profunda y explícita fue la versión del general Villegas de lo que en aquel momento era un proyecto que estimamos conveniente transcribirlo como parte esencial de este prólogo, dada la actualidad que mantiene.
Dijo el General Villegas:
Es particularmente grato para mí el análisis del esquema básico de esta obra, en el ámbito de la cultura castrense, por el especial afecto que siento por la Comisión del Arma de Caballería que me ha ahijado y por la naturaleza de su contenido.
Siempre será insuficiente reiterar que del conocimiento desapasionado y del análisis crítico documental de la historia argentina surge que el ejército, como las provincias, son anteriores al Estado Nacional.
Por ello constituyen la cuna donde nació, a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación, símbolo de la estirpe de una raza forjada para la libertad.
Por ende, el Ejército Argentino es una institución fundamental fundacional de la República.
El ejército en su orgánica primaria está articulado en unidades de combate, de apoyo de combate y servicios de apoyo. Todas las armas constitutivas de esa organización han escrito ya su historia.
La caballería argentina estaba en deuda consigo misma. Esta deuda se encamina a ser saldada, al ofrecerse a los cuadros el texto “Historia de la Caballería Argentina”.
Es necesario concretar esta obra puesto que la caballería, durante más deuna centuria, ha estado siempre en el centro de la historia nacional, y constituye una de las reservas éticas en la vida espiritual de los cuadros, los cuales se sienten depositarios de las glorias del pasado y tradiciones del arma.
La obra proyectada tendrá valor histórico indudable y compromete con sentido trascendente su contenido conceptual.
Estará organizada con un prólogo y tres partes diferenciadas y específicas: La primera abarcará los orígenes y la transformación histórica de la caballería hasta 1810; el armamento, el caballo y los uniformes en el período hispánico.
Desde que el hombre argentino comenzó a exteriorizar su amor a la libertad, el caballo, complejo en su estructura y expresión de genuina movilidad, aparece unido al guerrero.
La Patria se hizo cabalgando. Sobre el caballo se consolidó la heredad recibida, él nos habla de victoria y también del modo de lograrla.
La segunda estudiará la caballería argentina desde 1810 hasta los albores del siglo XXI; el ambiente geográfico y cultural; el caballo en el mismo período legendario, el armamento, la música, los uniformes y el deporte hípico, y un epílogo acerca del futuro de la caballería argentina.
Para llegar a ese futuro, se arrancará de la caballería montada, y pasando por la caballería blindada de hoy, se apuntará a una caballería novedosa.
En esa trayectoria hay una realidad subyacente que determina una continuidad eterna, espiritual y mística, imbuida de un estilo de vida distinto que es, precisamente, lo que explica su itinerario existencial.
La tercera será una síntesis histórica de los comandos, las unidades y las subunidades hasta el presente. En todos estos escalones de conducción y mando, acorde con su nivel orgánico, se inculcará a los cuadros de caballería y en alguna medida a la tropa, el sentido heroico de la vida militar, la predisposición permanente para enfrentar el peligro, el espíritu de renunciamiento y el amor al servicio; criterios que al definir y sintetizar su espíritu de cuerpo orientan la continuidad pasada, presente y futura del arma.
La obra proyectada es un texto:
Documental, de valor histórico y de consulta; por estar apoyado en una exhaustiva investigación sobre documentos del período que contiene la bibliografía de excelencia que ofrece.
Descansa según el esquema básico en examen, en una prolija selección de información proveniente de diversas fuentes, todo sometido a una cuidadosa evaluación.
Orientador, porque nos llamará a adquirir conciencia profesional específica y a asimilar elementos de juicio acerca de la historia de la caballería argentina y de sus elementos constitutivos básicos.
Didáctico, porque con la sencillez del lenguaje castrense nos ilustrará acerca del espíritu del arma, subyacente en sus páginas.
Llenará un vacío importante y una necesidad escolástica, por la ausencia hasta su publicación de una crónica escrita con solvencia, referida a la lucha de la caballería argentina por el interés nacional; a sus medios y a los hombres de cada uno de los tiempos históricos en que tuvo que actuar con participación decisiva.
Nos arrimará estampas ilustrativas y fotograbados de valor histórico. Dejará hecha una recopilación de antecedentes dispersos, acopiados por expertos.
Estructurado en forma adecuada lo que facilita su consulta, en especial, a los cuadros subalternos que revistan en las guarniciones militares del interior, donde frecuentemente no hay fuentes culturales útiles para abrevar conocimientos profesionales, permitiendo una rápida interpretación del espíritu del arma; de su personalidad militar definida que, en el combate para el cual está forjada, se traduce en coordinación y conjunción de esfuerzos, parámetro del éxito. Cuadros unidos por afinidades preexistentes y una educación militar común, se encuentran moralmente amalgamados para triunfar, aún en las situaciones más críticas.
Evocativo, porque lleva la imaginación hacia el recuerdo de tiempos idos, durante los cuales la caballería argentina hizo oír el repiqueteo de sus cabalgaduras desde Buenos Aires a Quito y se cubrió de gloria en cargas memorables en la cuesta de Chacabuco, en las riveras del Maipú y en las praderas de Junín y Ayacucho.
La caballería argentina fue y es crisol cohesionador donde se han fundido los valores éticos más excelsos; la hidalguía como norma imitable de conducta y la práctica de una sana y jovial camaradería, son rasgos particulares y característicos del arma.
Trasmisor de un mensaje, porque intentará verter, especialmente en los cuadros de oficiales y suboficiales, sentimientos y conocimientos valiosos que van más allá del mero relato histórico. Sus páginas, espero, estarán desbordadas de ejemplos de valor, heroísmo y renunciamiento, atributos que conjugados conforman el espíritu del arma, heredad recibida que tenemos la obligación de cultivar y defender.
Destinado especialmente a los jóvenes oficiales y suboficiales, con la intención de fortalecer el espíritu del arma, ya que ellos constituyen la generación de relevo; con el propósito de comprenderlo en su profundidad, vivirlo en plenitud, defendiéndolo con una conducta profesional virtuosa. Unidos por sentimientos y quehaceres específicos, por una herencia de valores éticos, glorias y tradiciones propias, constituyen resortes anímicos formidables que se sobreponen a los vaivenes del combate.
Finalmente, esta obra será de vigencia permanente por ser abarcadora de una época institucional de una amplitud global, que arranca desde los orígenes de la Nación hasta la actualidad.
Desarrollar este manual será el resultado de una prolija investigación histórica, de la experiencia propia y ajena, de conocimientos múltiples interdisciplinarios, de una manera muy resumida, mas no por ello menos densa, de real importancia para ser sometido a una detenida reflexión del lector.
Tendrá una diferente visión con respecto a lo que hasta ahora se ha escrito sobre el particular, y una proyección sobre las jóvenes generaciones de cuadros subalternos del arma; bueno es que tomen conciencia vivencial, con la intención de mantener una comunidad de pensamiento en el tiempo.
La caballería argentina, en su esencial capital, es parte importante de la conciencia histórica nacional amplificada, que supervive sin solución de continuidad. Esta es la misión honrosa que el arma, en su permanente existir deja a través de cada promoción, como legado a los cuadros que se suceden, en función de un mandato insustituible.
El conocimiento de su propia historia y de su propia geografía, cohesionan mucho más al arma por aquello de que, humanamente, el hombre solo quiere lo que conoce.
He aquí la razón de ser de esta obra futura.
Así comenzó la tarea de profundización de los estudios de todos los temas propuestos y, paulatinamente, se fueron incorporando camaradas que con dedicación abordaron su redacción.
Simultáneamente se formó en esta comisión el Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina, cuyo director es el general de brigada (R) Héctor Raúl Rodríguez Espada quien, con dedicación, coordinó las acciones para que esta obra se vaya concretando, sin perjuicio de los numerosos requerimientos de esta naturaleza que se recibieron desde toda la estructura de la caballería, la cual los formulaba con un loable interés en conocer cuestiones puntuales de su pasado.
Por ello y por su participación en la redacción de este primer tomo le quedamos particularmente reconocidos.
La tarea de asesoramiento general sobre aspectos que hacen al conjunto de la obra y la redacción de los capítulos referidos al período hispánico, tratado en esta primera parte, recayó sobre el coronel (R) José Luis Picciuolo, entusiasta y versado camarada que continúa con su significativo apoyo intelectual a la concreción de este intento. Por ello quedamos agradecidos.
En la caballería se conoce de los estudios que el coronel (R) Edwin Day ha realizado sobre el caballo; de sus orígenes, de su genética y de la producción de equinos, los cuales desarrolló por años en la Dirección de Remonta y Veterinaria. Nos entrega hoy el capítulo correspondiente a este tema y lo hará también en la segunda parte.
El coronel (R) Lionel Osvaldo Dufour tuvo la responsabilidad de ilustrarnos en el capítulo referido al armamento utilizado en el período hispánico. Sabemos de su versación sobre esta materia.
Por pedido nuestro, el tema de los uniformes del período fue tratado brevemente por el profesor Julio Mario Luqui Lagleize, conocido especialista en esta materia.
El general de brigada (R) Eduardo Fiorda, los coroneles (R) Roberto Andrés Bembihy y Francisco Darío Paredes han sido los responsables ejecutivos para la edición del presente.
Resulta necesario señalar que los capítulos que hoy se presentan con este tomo, tuvieron en su redacción inicial una extensión mayor y una inclusión de detalles que excedía lo que fue delineándose como necesario para esta obra, pero que mostraban con claridad el conocimiento preciso de sus autores sobre el particular.
Esta información complementaria, hoy no incluida, estará disponible en la página web de esta comisión para su consulta.
No podemos olvidar la valiosa orientación inicial dada, en el comienzo de esta iniciativa, por el coronel (R) Emilio Ángel Bidondo a quien rendimos nuestro sincero homenaje.
Más de treinta camaradas y amigos de la Caballería continúan en plena tarea para completar esta obra. Estamos esperanzados en que al Tomo I le suceda en breve la publicación de todo lo previsto.
Así, habremos cumplido en finalizar una demorada aspiración de la caballería.
General de División VALENTÍN OSVALDO VENIER
Se podrá adquirir el Tomo I de la Historia de la Caballería Argentina en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14 hs, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la
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Donde Dice La Guerra Guaranítica 2da Campaña (1756) | Debe decir La Guerra Guaranítica 2da Campaña (1756) Fuentes General Silvino Curado. A Guerra Guaranítica, una guerra invulgar e incómoda- XXIV Congreso Internacional de Historia Militar, Lisboa – Portugal – 24 – 29 Agosto 1998. |
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Donde dice Anexo 1: Fortín de la Punta del Sauce | Además debe decir Fuentes: Alberto Abecasis – José Amado, El General San Martín y la Carlota. La Carlota 2003. |
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Donde dice general Daniel Serradilla Ballines coronel Fernando Pinto Servían Carlos Zamorano García coronel Luis Paulo Macedo Cávalo coronel Corrales Elordy coronel Edgardo A. Campos profesor licenciado Fabián Melagno Vélez Profesora licenciada Marcela Tenti de Laitan | Debe decir general Daniel Serradilla Ballinas coronel Fernando Pinto Cebrián coronel Carlos Zamorano García coronel Luis Paulo Macedo Carvalho coronel Ángel Corrales Elhordoy coronel Edgardo A. Camps profesor licenciado Fabián Melogno Vélez Profesora licenciada Maria Mercedes Tenti de Laitan |
Páginas 94 – 95 – 96 | |
Donde dice Pág. 94; 95; 96 | Además debe decir Fuentes: Comando General del Ejército. Política Seguida con el Aborigen. Tomo I y II. Círculo Militar. Bliblioteca del Oficial. Vol. 664 – 665 – 669 – 670 – 671. Buenos Aires. 1974. |
En la Historia de la Caballería Argentina, Tomo I Período Hispánico, se describió la evolución de los elementos de caballería destacados por la metrópolis a estas tierras a partir del siglo XVI.
Dicha descripción nos llevó pormenorizadamente a comienzos del siglo XIX, tiempo en que estas organizaciones de caballería adquirieron relevancia por el incremento de sus efectivos, la extendida geografía que cubrieron con su despliegue, la adaptación a las exigencias que le imponía una lucha constante contra enemigo organizado, bien conducido y que normalmente ocupaba posiciones ventajosas.
El presente Tomo II, siglo XIX, pretende exponer la presencia permanente de la caballería argentina, combatiendo con denuedo y valor en cuanta acción fue menester empeñarla.
Inicialmente esta presencia estuvo en la porfiada lucha con éxitos y derrotas rumbo al Alto Perú, Banda Oriental y Paraguay.
Recordemos que San Martín instruyó y educó artesanalmente al Regimiento de Granaderos a Caballo, desde el cual se irradiaría al resto de la caballería el modelo de tan ejemplar unidad, cuyo influjo llegaría también al Ejército de los Andes para abordar en ciclópea hazaña, la campaña libertadora.
Sin solución de continuidad tuvo que reorganizarse para enfrentar el conflicto por la Banda Oriental contra el Imperio del Brasil; resguardar sus fronteras interiores, galopar en el período en las plenas autonomías provinciales y llegar con el Ejército de la Triple Alianza a transitar el terreno paraguayo tan poco favorable para su empleo.
Es de destacar que se incorpora en este volumen un tema poco estudiado en forma integral desde la particular óptica de nuestra arma: las caballerías provinciales, cuyo lapso más protagónico ocuparía unos cincuenta años.
La marcha de la caballería sigue rumbo al sur para consolidar las fronteras del desértico patrimonio y volviendo grupas hacer lo propio para terminar pacificando el Chaco.
Nuevamente, es preciso elogiar, con respecto al desarrollo de este tomo, la actividad, preocupación y constancia del director del Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina, general de brigada (R) Héctor Raúl Rodríguez Espada, quien supo armonizar las tareas para concretar este tramo de la obra, augurándole que su entusiasmo nos posibilite llegar a concluir con lo proyectado.
El coronel Cristian Castellanos nos relata las guerras por la independencia y contra el Imperio del Brasil, tramo duro de nuestra historia donde se contraponen las acciones hacia el exterior con los desencuentros internos que en forma recurrente perturbaban la marcha de aquellas trabajosas campañas.
El coronel (R) José Luis Picciuolo, como ya fuera dicho, aporta un tema importante y no tratado globalmente en el Arma como es el de las caballerías provinciales, mas es de destacar su empeño como asesor permanente en nuestro “Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina”.
El coronel Luis Eduardo Riobó, abordó la participación de la caballería en las guerras de la Triple Alianza, por la consolidación de la organización nacional y las siempre postergadas o inconclusas campañas, para asegurar nuestra soberanía en el territorio patagónico y marcar límites en el Chaco.
Con respecto al desarrollo del capítulo “El Caballo”, el coronel (R) Edwin Day continua con sus precisas descripciones, tal como lo hiciera en el Tomo I, pero esta vez, con la colaboración de su sobrino, el coronel (R) Ernesto Teodolino Day Linares, quien aporta interesantes aspectos sobre el tema.
El coronel Lionel Osvaldo Dufour, conocida es su versación en materia de armamento, entregó el resultado de su estudio para la evaluación y ordenamiento que realizó el coronel (R) Alberto Ricardo Nadale. El coronel Dufour no pudo ver plasmado su trabajo. Falleció el 04 de febrero de 2008 y hoy le rendimos homenaje recordando a un caballero soldado.
Referido a los uniformes de la caballería en el período que abarca este tomo, en sus aspectos generales, rige lo explicitado en el Capítulo VIII del Tomo I. Por ello en este período sólo se exponen láminas ordenadas de acuerdo a los tiempos históricos de cada capítulo, presentando los uniformes más significativos e incluyendo una breve descripción del atuendo de algunos de ellos.
Colaboró en este tema el teniente coronel (R) Patricio Eleodoro Marenco, seleccionando láminas de uniformes de la caballería pertenecientes a la autoría de su padre, Don Eleodoro Marenco, a quien recordamos con especial afecto como amigo del Ejército y de la Caballería. A su hijo, le agradecemos el gesto de proporcionarnos tan valioso material.
El general de brigada (R) Rodrigo Alejandro Soloaga, armonizó los aspectos formales y de fondo de los distintos capítulos para que presenten una coherencia que den una mayor integridad a la obra.
Del mismo modo lo hizo el coronel (R) Roberto Andrés Bembihy quien además preparó y supervisó la etapa de edición, compaginación e impresión.
El suboficial principal Edgar Ariel Bravo, realizo los trabajos de edición, paginación adecuación de imágenes e iconografía y la digitalización de croquis de batallas señalándose que tarea similar la concretó en el Tomo I.
Es importante resaltar la colaboración que encontramos siempre, entre nuestros camaradas para avanzar en el desarrollo integral de la obra que aspiramos quede concluida en 2009.
El grupo de trabajo que se conformó cuenta con conocimiento y dedicación, unidos y fortalecidos por su amor a la Caballería, al Ejército y a la Patria.
Este prólogo, quedaría incompleto, si no destacáramos que nuestra caballería contribuyó significativamente a consolidar los primeros pasos de nuestra patria.
Sus hombres, a través del tiempo, en cada teatro de operaciones transitaron soledades que eran imponentes y ásperas; de difícil transitabilidad; con estrechos caminos de cornisa trazados a gran altura con serias limitaciones para el paso de tropas montadas; aire enrarecido por la puna que afectaban a hombres y animales; con escasez de alimentos y temperaturas bajísimas.
Sin mejor suerte, otros debieron hacerlo por bosques espinosos e impenetrables; ríos y riachos pantanosos franqueables a nado; fangales, esteros y tierra estéril; aguas saladas; calores insoportables; pastos malos con frecuentes incendios; fiebre palúdica; “mal de caderas” la que diezmaba el ganado; plagas innumerables y copiosas lluvias.
Esta epopeya la hicieron soldados que tranquearon el derrotero de grandes sacrificios y penurias propias de la vida en campaña.
Murieron unos y otros regresaron a sus lares, tal vez, sin que se advirtiera la abnegación y fuerza de carácter, con buena dosis de valor, evidenciadas cuando rastrillaban esos grandes espacios vacíos que impregnaban incertidumbre, pero a su vez, entrelazaban profundos sentimientos que se hicieron heredad con el cruce de aceros bravíos o llevando civilidad fundadora de pueblos.
Queda para la generación del presente, una deuda de gratitud que se salda con tan sólo recordarlos en su generoso sacrificio.
Se podrá adquirir el Tomo II de la Historia de la Caballería Argentina en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la
Redactar la historia de la Caballería Argentina es una aspiración que está a punto de concretarse con la presentación del presente Tomo III y atendiendo a lo avanzada que se encuentra la preparación del Tomo IV, presumiéndose que en poco tiempo más quedara también concretado este esfuerzo.
Se cumplirá así la idea de haber hecho una obra integral, redactada por camaradas del arma que sin experiencia previa en la materia, se brindaron para con su trabajo cubrir un vacío en el conocimiento ordenado de esta caballería, que desde el período hispánico, cubrió con su presencia y sus continuos desplazamientos la geografía de la Patria.
Ese pasado fue descripto hasta mediados de la década del 1960, oportunidad en que se produjo la reorganización de la estructura orgánica del Ejército Argentino que, en esencia, aun se mantiene.
Nuestros cuadros más veteranos vivieron ese proceso de transformación que concretó lo que aun hoy es una realidad y los jóvenes, seguramente habrán de plasmar más adelante la otra mitad del siglo XX, con información que quedará resguardada en los repositorios de nuestra comisión junto a lo que surja de la búsqueda por profundizar el tema.
La elaboración del presente tomo presentó más dificultades que los anteriores, dado que la cercanía de los hechos tratados podrían impregnar el relato con alguna subjetividad no deseada.
Otro aspecto importante para resaltar es la crisis de identidad que vivió el arma en su transición al blindado, razón por la cual se desarrolló el tema para comprender mejor la situación vivida en ese entonces. Fue similar a los procesos evolutivos en otros ejércitos.
En una breve consideración sobre los capítulos que conforma este volumen se señala que existió una importante tarea de coordinación llevada adelante por el Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina cuya dirección ejerce, desde su creación en 1996, el general de brigada Héctor Rodríguez Espada quien con permanente empeño orientó los estudios y supervisó los contenidos de forma y conceptuales.
El coronel (R) Raúl Antonio Trotta, tuvo la responsabilidad de describirnos en dos capítulos la etapa del Ejército Argentino y consecuentemente de la caballería desde el comienzo del siglo XX.
Es el período de los cambios orgánicos, doctrinarios, despliegues de sus asientos de paz, creación de institutos de enseñanza, centros de adiestramiento y capacitación de cuadros e incorporación de ciudadanos mediante el servicio de conscripción.
Las ejercitaciones y las grandes maniobras marcarían una actividad en el terreno plena de esfuerzos en su preparación para enfrentar el campo de combate.
El coronel (R) José Luis Picciuolo, nuestro asesor permanente del Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina, nos ilustra sobre las dos décadas que abarca la transformación y modernización del arma con aspectos que mantienen vigencia.
Logró ubicar y clasificar importantes documentos que le permitieron concretar un relato ilustrativo de tan importante período.
Los coroneles Gustavo José Enrique Anschütz y Gualterio Manuel Báez tuvieron la responsabilidad de tratar a la caballería de los años 60.
Abarca con detalle un período que los veteranos vivieron intensamente, informándose con claridad de lo ocurrido para conocimiento de las generaciones que aun están incorporadas al servicio activo.
No quedan ajenos los problemas de orden institucional acaecidos en el período descripto.
El coronel Edwin Day expone, tal como lo hiciera en los Tomos I y II, la evolución de la presencia del caballo en el ejército. Su reconocido saber en el tema nos permite conocer detalles de la política aplicada en la fuerza en distintas épocas respecto al noble amigo, presente hasta hoy en diversas organizaciones.
El coronel Lionel Osvaldo Dufour destacado experto en armamento redactó el capítulo correspondiente en el Tomo I. Falleció cuando hacía lo propio con el Tomo II que fue completado por el coronel Alberto Ricardo Nadale, quien a su vez, utilizando parte de la misma documentación nos presenta un contenido con detalles técnicos que no siempre están reunidos y clasificados.
El coronel de infantería ingeniero militar Salvador José Porto, de vasta experiencia en este tipo de material, trata el capítulo de los vehículos de combate de la caballería, describiendo pormenorizadamente a los mismos. Pese a no corresponder en este período ocuparnos del tanque mediano Sherman repotenciado en 1978, el tanque ligero SK 105 “Kurassier” y el tanque argentino mediano (TAM), ambos incorporados en 1980, se los incluye por tratarse del material más moderno. Se considera que no interfieren al resto de los relatos, a los que no van más allá de la primera mitad de la década del 60.
El suboficial mayor José Luis Prado, explica sobre la dotación y uso del equipo de montar, albardas, atalajes y vehículos hipomóviles.
Una minuciosa descripción de los equipos es la que hace el autor del capítulo teniendo el mérito de rescatar detalles poco conocidos, por parte de quienes no participaron de esa etapa de la caballería.
El general de brigada Carlos Alfonso, reseñó los deportes hípicos en el ejército desde sus orígenes hasta nuestros días. Su práctica constituye uno de los pilares formativos del hombre de caballería.
El autor del capítulo ha estudiado este tema para satisfacer los requerimientos que en su momento se le hicieran para publicar la “Síntesis Histórica del Hipismo Militar Argentino”, establecer los contenidos de los murales “Campeones Hípicos del Ejército”, “Recordatorio de Caballos” y de “Cadetes Campeones Hípicos”, temas que contribuyeron a consolidar la más que centenaria tradicional actividad del Arma.
El capitán de banda Diego Gonzalo Cejas, nos hace retroceder en el tiempo para concatenar desde el período hispánico el desarrollo de la música militar.
Lo hace en forma amena y con datos que ayudan a comprender mejor este componente del ejército que con sus bronces y parches tanto alegró el espíritu del combatiente.
Con respecto a los uniformes se seleccionaron algunas láminas de Eleodoro Marenco puestas a disposición por su hijo el teniente coronel (R) Patricio Eleodoro Marenco, a quien le agradecemos el gesto.
El coronel (R) Roberto Andrés Bembihy, tuvo la responsabilidad de revisar desde los puntos de vista conceptuales y formales el conjunto de la obra que incluyó la etapa de edición, compaginación e impresión.
El suboficial principal Claudio Néstor Ramón Barrios, concretó la tarea de edición, paginación, adecuación de imágenes, iconografía y digitalización.
Por lo hecho, a todos ellos les quedamos agradecidos por el esfuerzo realizado.
Esta caballería cerró fines del siglo XIX y comienzos del XX cumpliendo con la trascendente misión impuesta por la Nación.
Le llegaría en ese comienzo del siglo XX la modernización del Ejército impulsada por los generales Roca y Richieri, y ser la caballería de las grandes ejercitaciones, de las largas marchas, de los envolvimientos y rodeos, aquella de la fuerte voz de mando de “¡Para el combate echar pie a tierra!”.
Era la caballería que fue ocupando enclaves cordilleranos, cuchillas mesopotámicas, pampas bonaerenses y el emblemático Campo de Mayo que tantos recuerdos trae a los veteranos, que hoy han de sentir el galopar de los escuadrones en el mismo predio que fuera de la casi centenaria Escuela de Caballería, nuestra escuela del permanente aprendizaje.
Es la caballería que fue cambiando caballos por tanques y en Campo de Mayo empezarían el rugir de los motores de los blindados, que llamaría a ser dotada con nuevos medios que permitieran continuar cumpliendo con su misión esencial en el campo de combate.
Es la caballería que tiene hoy a tantos veteranos que desde su vocación de servicio la fueron modelando a lo largo de los años y que también tiene a los jóvenes que hoy la conforman, sabiendo como aquellos veteranos que su mejor recompensa es la del honor de ser soldado.
Es hoy la caballería de sus jefes de regimientos y escuadrones independientes, quien en destacable ejercicio del mando, sortean factores económicos limitativos, ganando día a día en la preparación de sus organizaciones, continuando con ingenio manteniéndolas y perfeccionándolas en medio de un ambiente donde campea la vocación de servicio y una constante cuota de entrega y sacrificio.
De aquella caballería épica a la de nuestros días, la cubrimos con los tantas veces repetidos augurios: “La Caballería nunca a de caer, ni jamás a de morir su historia, pues para ella perecer, preciso tendrá que ser, que a su vez, muera la gloria”
General de División VALENTÍN OSVALDO VENIER
Se podrá adquirir el Tomo III de la Historia de la Caballería Argentina en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la
Hablar de historia es mirar al pasado, fijar hechos e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad, aunque muchas veces el cumplimiento de tal propósito y el grado en que sea posible alcanzarlo, es en sí mismo objeto de debate.
El fin del estudio de la historia, es decir, su justificación, radica en estudiar los procesos sociales, explicando los hechos y eventos del pasado, sea para el conocimiento mismo de estos o bien porque nos han de ayudar a comprender el presente y a prepararnos mejor para el futuro.
El presidente Nicolás Avellaneda exhortó a sus compatriotas en 1877 a repatriar los restos del Padre de la Patria, (tarea que pudo concretarse recién en 1880), con estas sabias palabras: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos, mientras que aquellos que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas son los que mejor se preparan para el porvenir”.
La Caballería Argentina, imbuida del sentimiento profundo que provoca esta frase, encaró varios años atrás la ardua tarea de rescatar del pasado su rica historia como una forma de homenajear a sus hombres, grandes héroes o simples soldados, y a las organizaciones del arma en las cuales sirvieron, para que las jóvenes generaciones de oficiales, suboficiales y soldados de caballería tuvieran en sus hazañas y trayectorias espejos de vida a imitar.
Nuestra arma era consciente que estaba en deuda consigo misma y fue así como, en el año 1986, se decidió dar inicio a los estudios para escribir su historia.
Muchos años dedicados a una detallada y paciente investigación, con el esfuerzo de invalorables colaboradores, recién dieron sus frutos en el año 2004, al presentarse el Tomo I, el cual abarcó el Período Hispánico del Arma.
Allí se reflejaron los orígenes y la evolución de la caballería hasta 1810, haciendo particular hincapié en el armamento, el caballo y los uniformes propios de dicho período.
Posteriormente, en el año 2008, le siguió el Tomo II, correspondiente al siglo XIX, donde se expuso la actuación del arma, con sus victorias y derrotas, en las luchas por la independencia libradas en nuestro territorio, en Chile, Perú y Ecuador, en el Alto Perú, la Banda Oriental, el Paraguay, como así también en las campañas para fijar las fronteras.
También se vio reflejada en este tomo, la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, artesanalmente instruido y educado por el Padre de la Patria, el general José de San Martín, incluyéndose también un tema poco conocido, cual es, el de las caballerías provinciales, cuyo lapso protagónico se extendería por cerca de cincuenta años.
El Tomo III, presentado en 2011, abarca el siglo XX hasta 1970, período en que el arma afrontó cambios profundos, principalmente al transformarse en blindada.
La caballería debía avanzar hacia su modernización para adaptarse a las nuevas realidades del campo de batalla, decisión harto difícil, ya que implicó desprendernos de nuestro fiel compañero, el caballo, debiendo nuestros soldados de entonces transferir al tanque, en dicho proceso, el espíritu del Arma conformado en el largo tiempo de unión con ese compañero, espíritu que hoy nos continúa distinguiendo.
Hoy la Comisión del Arma de Caballería “San Jorge”, con gran satisfacción, presenta este IVto Tomo, en el cual se encuentra condensada la historia de sus regimientos.
Ha sido producto del esfuerzo de muchos hombres del arma que, consustanciados con la importancia de la tarea que se lleva a cabo, colaboraron desinteresadamente para poder concretar esta obra que en definitiva, refleja gran parte de sus propias trayectorias, en las distintas unidades del arma donde prestaron servicios.
Un trabajo minucioso, detallado y responsable, resultado de testimonios, relatos e investigaciones profundas, que permitieron plasmar la vida de nuestros regimientos a lo largo de sus años de existencia.
Comenzada esa tarea surgió la necesidad de encontrar el punto de apoyo firme que particularizara al elemento en estudio y que como hilo conductor permitiera seguir con la mayor seguridad el devenir del mismo.
Esta búsqueda se debió a que en una primera época esos elementos se distinguían por nombres que, o bien estaban referidos a especialidades del arma (Coraceros, Blandengues, etc.) o al lugar de origen (Arribeños del Monte, etc.) o al sector social (Patricios, Pardos, etc.), cuestión que creó una gran confusión ya que los nombres se repetían designando varios elementos.
Esa confusión se comenzó a disipar cuando algunos de esos elementos dentro de cada arma, recibieron un número. No obstante ello, se repetía el mismo en las distintas provincias, por lo que hubo que esperar la organización del ejército nacional para la guerra con el Imperio del Brasil. Fue a partir de allí donde el número posibilitó seguir la trayectoria de cada regimiento con un nivel de aceptable certeza.
Nos dice Eduardo Gutiérrez en Croquis y Siluetas Militares:
“El número es el que concluye siendo símbolo del honor y gloria del elemento que identifica su familia, su orgullo, su porvenir y vergüenza misma están en el número del kepí, llegando hasta esta sublimidad que oímos a un soldado del 2 de Caballería, en un momento de inmensa desventura, ¡Una gran perra! ¡Si yo no fuera del 2 de Caballería, me desertaba!”.
Por ello se decidió que el origen de los regimientos se concreta cuando el gobierno nacional les asigna el número dentro de cada arma y que todos los datos anteriores son antecedentes previos a su aparición. Existen excepciones como el Regimiento de Granaderos que tiene una trayectoria claramente identificable.
Cabe destacar que un tema no menor fue la unificación de las fechas de creación de las unidades.
Existían disparidades de criterio al respecto entre historiadores, los registros existentes en los regimientos, la Reseña Histórica del Ejército y los estudios efectuados por el Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina.
Fue así como, a efectos de dar solución a este tema, se creyó conveniente solicitar a la Dirección de Asuntos Históricos del Ejército su opinión al respecto, la que contribuyó a enriquecer la obra y otorgarle, de esta manera, la precisión que ésta se merecía.
Estimamos más que pertinente, resaltar en todos los tomos publicados la constante tarea de coordinación, esfuerzo y gran dedicación llevada a cabo por el Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina en las personas de su director, el general de brigada (R) Héctor Rodríguez Espada, secundado en forma infatigable por el coronel (R) José Luis Picciuolo.
Agreguemos también, nuestro sincero reconocimiento a cada uno de los autores de los distintos capítulos, sin cuya participación no se hubiese podido concretar esta recopilación.
Al coronel (R) Roberto Andrés Bembihy, quien tuvo la responsabilidad de analizar desde el punto de vista conceptual y formal el conjunto de la obra que incluyó las etapas de edición, compaginación e impresión.
Al coronel (R) Gualterio Báez, quien se abocó a la importante tarea de revisar la trayectoria de cada uno de los regimientos compatibilizándolas, de forma tal de otorgar consistencia y coherencia a los distintos hechos acaecidos.
Al suboficial mayor Claudio Néstor Ramón Barrios, quien por su lado, adecuó las imágenes e iconografías a las necesidades de impresión, llevando adelante además, la digitalización de la obra.
Con este tomo cumplimos un nuevo objetivo, lo que no significa decaer en el esfuerzo, pues continuaremos con la tarea de completar nuestra historia, de la cual, además, nos sentimos orgullosos.
Finalmente, para quienes lean está páginas, no lo hagan con ánimo crítico, no han sido escritas por grandes literatos sino por simples soldados. Su lenguaje y su rigor investigativo no es el del historiador erudito; sólo ha tenido la pretensión de dejar volcado en el papel una primera mirada sobre la historia de nuestros regimientos, la que seguramente, en el futuro, con nueva documentación que aparezca, será ampliada y completada. Ese es el compromiso que buscamos transmitir a las nuevas generaciones de soldados de caballería.
General de Brigada JUAN MANUEL DURANTE
Se podrá adquirir el Tomo IV de la Historia de la Caballería Argentina en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la
El acceso a nueva documentación y datos que nos hicieron llegar algunos de nuestros lectores, nos impulso a profundizar el tema del “Anexo 1 Jefes de Regimiento” de cada uno de los regimientos cuya breve historia se vuelca en el Tomo IV de la Historia de la Caballería Argentina.
Esa actividad dio como resultado la fe de erratas que adjuntamos y les hacemos llegar, al mismo tiempo que solicitamos se transmita a aquellos que desconozcan su existencia.
Agradecemos la colaboración de nuestros lectores que aseguran que nuestra obra se actualice y mantenga el nivel más elevado de exactitud que se pueda alcanzar.
A continuación, el listado de jefes que deben ser agregados a lo ya publicado (existen años en que los regimientos tuvieron dos jefaturas).
RGC
Dic 43/Jun46 My/Tcnl Juan Francisco Castro-Jefe Interino
RC 1
1829 Tcnl Manuel De Olazabal Feb/Set
1930 Tcnl Florencio Vicente de las Mercedes Campos
RC 2
Dic 1828 Cnl Juan Esteban Pedernera
Oct 1829/1830 Cnl Ramón Rodríguez
RC 3
20Ago/06 Dic1915 Tcnl Luis Florencio Pérez Colman
Jun1917/20Feb1918 Tcnl Mariano Araoz de Lamadrid
1921 Tcnl Carlos Zapana
1925/1926 Tcnl Emilio Gelmetti
1944 Tcnl Domingo Nicasio Artieda
Dic1958/Jun1959 Tcnl Leopoldo Alfredo Schurlein
RC 5
Donde dice:
1968-1969 Teniente Coronel Ricardo B. Isidro de la Vega
1970-1971 Teniente Coronel Hernán José M. Risso Patrón
Debe decir:
1968-1969 Coronel Ricardo B. Isidro de la Vega
1970-1971 Coronel Hernán José M. Risso Patrón
RC 6
1823 Tcnl Miguel Caxaraville
1888 Tcnl Pedro Racedo
RC 7
1936/1938 Tcnl José Cermesoni
RC 8
1905/1906 Tcnl José Félix Uriburu
RC 10
Abr/Set 1930 Tcnl Antonio Fernandez Lima
1940/1941/1942 Tcnl Aristóbulo Mittelbach
1943/1944 Tcnl Romualdo José Araoz
23 Jul/15 Oct 1958 Cnl Rodrigo Amorortu
RC 11
Dic 1892 Tcnl Eduardo Drago
Ago 1893 Tcnl Alfredo Lacasa
Nov 1925/1926 My Crispín Baez
12 Abr 1930 Tcnl Filadelfo Galarce
31Oct 1930 Tcnl Juan Enrique Palacios
RC 12
16 Mar 1922 Tcnl Cornelio Ibarra García
12 Abr 1930 Tcnl Agustín Casa
01 Dic 1948 Tcnl Nicolás Julio Robbio Pacheco
29 Nov 1962/64 Tcnl César Manuel Marenco
RC 13
12Ene1945/23Ene1946 Tcnl Oscar Germán Hermansson
RC 15
May 1958/Mar1959 Tcnl Victor Manuel Rico Mar
1959/Set 1959 Tcnl Virgilio Aldo Di Paolo
1960/1961 Tcnl Alberto Horacio Marco
La continuidad de la tarea de plasmar por escrito la historia del Arma de Caballería, nos encuentra en su quinta etapa, que abarca un lapso que se extiende hasta 1970 y se superpone en parte con lo tratado en el Tomo III de esta obra, pero con temáticas o enfoques diferentes.
Consecuentemente con ello, los lectores se encontrarán con un desarrollo totalmente diferente ya que, hasta el momento, en general, los diferentes tomos se refirieron a hechos históricos particularmente relevantes referidos a la intervención del Arma en las diferentes etapas de la vida de la Nación, todas ellas prolíficas en combates y batallas que pusieron a prueba las Armas de la Patria y evidenciaron las condiciones de los Soldados Argentinos, entre los cuales los legendarios jinetes de la Caballería marcaron una senda clara, profunda e indiscutible hacia la Gloria y escribieron páginas inolvidables plenas de valor y sacrificio.
Naturalmente, la tendencia nos lleva, cuando de una historia como la que nos ocupa se trata, a enfocarnos sobre los episodios en los cuales una fuerza, un arma en este caso, se empeña en defensa de objetivos trascendentes, contra enemigos diferentes que imponen la intervención del brazo armado de la Nación. No obstante, para lograr el éxito de esa fuerza, existen etapas previas que son tan importantes como la fuerza operativa misma, que hacen a la captación, formación, capacitación y entrenamiento del personal que la forma y su integración en conjuntos que no sólo son la suma de las capacidades de sus integrantes, sino que ponen en juego, cuando resulta necesario, una eficiencia superior a la suma de las partes, obtenida a partir del trabajo en equipo, que a su vez se ve sublimado por el espíritu de cuerpo y la camaradería que los individuos ponen al servicio de la causa. También existen organizaciones que sin tener que empeñarse directamente en combate, proporcionan el necesario sostén y el apoyo, que no solo posibilita, sino que también optimiza el rendimiento de las fracciones de combate.
Lo mencionado precedentemente, esas organizaciones sin las cuales las resonantes victorias, las prolongadas campañas, los triunfos que definen los enfrentamientos no serían posibles, son mayoritariamente el objeto de estudio del presente capítulo.
No es posible dejar de lado asimismo, que el período abarcado es coincidente con la extraordinaria transformación que vivió la Caballería, que debió mutar de aquella legendaria, heroica, romántica y bravía, que se lanzaba a la carga sobre el lomo de su incomparable compañero el caballo en busca de la victoria, a la actual fuerza blindada, en la cual sus medios no tienen corazón, pero quienes los tripulan los contagian de su arrojo, audacia y valor. Este hecho es una característica que tiñó en forma significativa el lapso considerado.
Es así que este Tomo V de la Historia de la Caballería Argentina, nos permitirá conocer la evolución de los grandes comandos y comandos del Arma, que fueron mutando al compás de los tiempos, desde las épocas en que la Caballería junto con la Infantería eran significativamente más importantes y cuyo protagonismo absoluto dentro del Ejército resultaba innegable. Sin embargo, esta fundamental institución de la Nación, se fue modernizando a la saga de los ejércitos más modernos del mundo y con ello la presencia de las Armas fue variando dentro de las estructuras, se fueron ponderando sus aportes imprescindibles y cada una de ellas tuvo y tiene una participación que responde más a criterios operacionales y de empleo que a una mera presencia numérica.
Se incluyó asimismo en este Tomo V la historia de la Exploración. Esta operación complementaria, constituye a simple vista una paradoja, que parece contradecir todo lo que se expresa de la Caballería como arma de la decisión, caracterizada por sus acciones violentas, el choque , el golpe, la velocidad y el enfrentamiento directo, en la búsqueda de destruir al enemigo y conquistar los objetivos más profundos y trascendentes. No obstante, la Exploración tiene en sí misma una trascendencia, que pese a que su ejecución está en las antípodas de lo que se expresa precedentemente, puede decirse que es de similar alcance para el éxito de las operaciones. Sin ella, los conductores están ciegos, y es mediante sus procedimientos que se caracterizan por la prudencia, el sigilo, el no empeñamiento decisivo, el privilegiar el poder ver sin ser descubiertos, todo ello a través de una conducción concienzuda, detallada, oportuna e inteligente, que logra proporcionar a quien lo necesita la luz necesaria para la adopción de las mejores decisiones.
Por otra parte, la Exploración fue a través del tiempo y sigue siéndolo una operación ejecutada principalmente por el Arma de Caballería, razón por la cual la inclusión de su evolución en este Tomo se justifica por sí misma.
También encontraron su lugar en este espacio quienes, como resultado de una necesaria y progresiva profesionalización, fueron los responsables del reclutamiento formación capacitación y perfeccionamiento de los cuadros del Arma, es decir los Institutos, que con su propio y permanente perfeccionamiento fue formando sucesivas camadas de oficiales y suboficiales que nutrieron y valorizaron las organizaciones de Caballería. Ellos fueron asimismo, motores de esa radical transformación que se menciona más arriba y alcanzaron un nivel de eficiencia que garantiza la calidad de nuestros cuadros. Lo expresado, va acompañado por las organizaciones responsables de la existencia, desarrollo, evolución y actualización de las actividades hípicas, tanto operacionales como deportivas que constituyeron, constituyen y continuarán haciéndolo en el futuro un factor que contribuye a la formación de los cuadros, al desarrollo de su personalidad y de virtudes como la audacia, el coraje, el arrojo, la responsabilidad y la integración en equipos.
También está la logística, normalmente poco tenida en cuenta pero que tiene un protagonismo que no se traduce en feroces enfrentamientos ni en grandes derramamientos de sangre, pero sin la cual tanto las operaciones como las etapas y actividades previas serían imposibles de concretar. Es mediante las acertadas apreciaciones, exactas previsiones y afinados cálculos, a lo que se suma la precisa ejecución de actividades y funciones específicas, que las diferentes operaciones se concretan. Prever para proveer y mantener constituye una afirmación que sintetiza su accionar.
Si bien es cierto que la logística no fue específica del Arma en sus inicios y que esto recién comenzó a concretarse sobre el fin del período tratado, existieron organizaciones que desde el fondo de la historia, con mayor énfasis durante el tiempo en que la Caballería era totalmente montada, de otra forma, con menos incidencia, apoyaron, asistieron y proporcionaron el necesario sostén al Arma, a través de la obtención, doma y provisión del ganado de servicio y del tratamiento preventivo y efectivo de aquellos nobles yeguarizos que constituyeron la mejor máquina de guerra de la época. Por ello – sin ser elementos propios del Arma – se incluyeron en este Tomo capítulos referidos al Servicio de Veterinaria y a la Dirección de Remonta y Veterinaria. En ambos casos sus historias tienen lazos de acero indisolubles que las unen con la historia de la Caballería.
Finalmente, en el lapso considerado se creó la Comisión del Arma de Caballería “San Jorge”, que es además la responsable de esta obra, por lo que en un acto de autovaloración resolvió que también debía ser parte de la versión escrita de la Historia de la Caballería Argentina y su breve pero fecunda trayectoria también podrán apreciarla los lectores del presente Tomo.
Como siempre, la concreción de este Tomo como los anteriores, sólo fue posible gracias a la desinteresada, eficiente y sacrificada tarea de camaradas que sienten vibrar en su pecho un corazón guaso, sienten correr en sus venas sangre color grancé y tiene tatuadas en su pecho, en forma imaginaria pero sentida, las lanzas cruzadas. Todos ellos, algunos de los cuales ya no están entre nosotros y a quienes brindamos en este acto nuestro afectuoso recuerdo, han realizado un aporte invalorable para concretar en el papel nuestra historia común, de forma de hacerla más conocida y perdurable, sobre todo para ilustrar a las pasadas, actuales y futuras generaciones de oficiales y suboficiales, pero también a toda aquella persona que quiera compartir con nosotros el conocimiento de nuestra Arma de pertenencia. A todos ellos, autores, correctores y colaboradores, como así también a nuestro Centro de Estudios Históricos de la Caballería, nuestro profundo agradecimiento y reconocimiento por su desinteresada e invalorable labor.
General de Brigada (R-Art 62) VGM RODRIGO ALEJANDRO SOLOAGA
Se podrá adquirir el Tomo V de la Historia de la Caballería Argentina en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la
El acceso a nueva documentación y datos que nos hicieron llegar algunos de nuestros lectores, nos impulso a profundizar el tema del “Anexo 1 Jefes de Regimiento” de cada uno de los regimientos cuya breve historia se vuelca en el Tomo IV de la Historia de la Caballería Argentina.
Esa actividad dio como resultado la fe de erratas que adjuntamos y les hacemos llegar, al mismo tiempo que solicitamos se transmita a aquellos que desconozcan su existencia.
Agradecemos la colaboración de nuestros lectores que aseguran que nuestra obra se actualice y mantenga el nivel más elevado de exactitud que se pueda alcanzar.
A continuación, el listado de jefes que deben ser agregados a lo ya publicado (existen años en que los regimientos tuvieron dos jefaturas).
RGC
Dic 43/Jun46 My/Tcnl Juan Francisco Castro-Jefe Interino
RC 1
1829 Tcnl Manuel De Olazabal Feb/Set
1930 Tcnl Florencio Vicente de las Mercedes Campos
RC 2
Dic 1828 Cnl Juan Esteban Pedernera
Oct 1829/1830 Cnl Ramón Rodríguez
RC 3
20Ago/06 Dic1915 Tcnl Luis Florencio Pérez Colman
Jun1917/20Feb1918 Tcnl Mariano Araoz de Lamadrid
1921 Tcnl Carlos Zapana
1925/1926 Tcnl Emilio Gelmetti
1944 Tcnl Domingo Nicasio Artieda
Dic1958/Jun1959 Tcnl Leopoldo Alfredo Schurlein
RC 5
Donde dice:
1968-1969 Teniente Coronel Ricardo B. Isidro de la Vega
1970-1971 Teniente Coronel Hernán José M. Risso Patrón
Debe decir:
1968-1969 Coronel Ricardo B. Isidro de la Vega
1970-1971 Coronel Hernán José M. Risso Patrón
RC 6
1823 Tcnl Miguel Caxaraville
1888 Tcnl Pedro Racedo
RC 7
1936/1938 Tcnl José Cermesoni
RC 8
1905/1906 Tcnl José Félix Uriburu
RC 10
Abr/Set 1930 Tcnl Antonio Fernandez Lima
1940/1941/1942 Tcnl Aristóbulo Mittelbach
1943/1944 Tcnl Romualdo José Araoz
23 Jul/15 Oct 1958 Cnl Rodrigo Amorortu
RC 11
Dic 1892 Tcnl Eduardo Drago
Ago 1893 Tcnl Alfredo Lacasa
Nov 1925/1926 My Crispín Baez
12 Abr 1930 Tcnl Filadelfo Galarce
31Oct 1930 Tcnl Juan Enrique Palacios
RC 12
16 Mar 1922 Tcnl Cornelio Ibarra García
12 Abr 1930 Tcnl Agustín Casa
01 Dic 1948 Tcnl Nicolás Julio Robbio Pacheco
29 Nov 1962/64 Tcnl César Manuel Marenco
RC 13
12Ene1945/23Ene1946 Tcnl Oscar Germán Hermansson
RC 15
May 1958/Mar1959 Tcnl Victor Manuel Rico Mar
1959/Set 1959 Tcnl Virgilio Aldo Di Paolo
1960/1961 Tcnl Alberto Horacio Marco
La Comisión del Arma de Caballería “San Jorge” tiene la satisfacción de presentar esta publicación que rescata las vivencias de los integrantes de las fracciones de Caballería que, en el año 1982, combatieron en las Islas Malvinas contra las fuerzas del Reino Unido de Gran Bretaña, con el objetivo anhelado por varias generaciones de argentinos de expulsar del archipiélago a las tropas extranjeras, que lo ocupaban desde 1833, para ponerlo nuevamente al amparo soberano del pabellón nacional.
En sus páginas se ven reflejadas, con crudeza, las duras experiencias de esos soldados, quienes tuvieron la fortaleza y el valor para superarlas, distinguiéndose como dignos herederos de los bravos soldados de Caballería que los precedieron y contribuyeron a forjar nuestra Nación.
El relato de los hechos acaecidos a lo largo del conflicto tiene la sencillez y la frescura que le brinda ser la versión original escrita por sus protagonistas. No esperen grandes literatos, sino simples soldados que han querido dejar plasmado en esta obra su testimonio personal para las generaciones venideras.
No se trata de una novela bélica ni de una historia novelada. Los hechos sucedieron tal cual son relatados en estas páginas por quienes fueron partícipes y testigos presenciales de ellos, tomándose como guía para el desarrollo del relato las distintas órdenes que a lo largo de la campaña recibieron los jefes de las diferentes fracciones.
En este libro no encontrarán opiniones sobre el marco estratégico internacional, nacional y militar en que se desarrolló el conflicto. Se combate en el nivel táctico y las fracciones de Caballería empeñadas en Malvinas actuaron solo en ese nivel de conducción, fueron enviadas a combatir y fue en este marco donde se desarrollaron los hechos relatados.
Es importante resaltar que si bien la participación del arma de Caballería “no fue masiva” –como se expresa en la introducción del trabajo–, además de las pocas fracciones orgánicas incompletas que fueron desplegadas en las islas durante el conflicto, también intervinieron oficiales y suboficiales del arma que integraron distintos comandos, elementos de tropas técnicas, unidades logísticas y otros organismos. Su valiosa presencia no ha sido tratada en esta obra pero, en muchos casos, fue rescatada por los elementos de los que formaron parte.
También es justo mencionar que en el Teatro de Operaciones Sur, creado durante esa guerra, operaron otros elementos del Arma desplegados para brindar seguridad al territorio continental y algunos que, limitados por las “características del suelo” poco apto para el empleo de blindados, no pudieron cumplir con su aspiración de cruzar a las islas. La participación de estos elementos será volcada en el tomo que cubre el lapso de tiempo de la guerra citada.
Finalmente, en el 36to. aniversario de la gesta de Malvinas, la Comisión del Arma de Caballería “San Jorge” desea con este libro rendir un merecido homenaje a los soldados de Caballería de todas las jerarquías que tuvieron el honor, solo reservado a los elegidos, de luchar por la Patria y, en especial, a los tres suboficiales y tres soldados que regaron con su sangre valerosa el territorio irredento, cuyas tumbas en la fría turba malvinera nos recuerdan cada día el compromiso irrenunciable de volver a izar en ellas, definitivamente, nuestra enseña patria.
Centro de Estudios Históricos de la Caballería Argentina
Se podrá adquirir “¡A Vencer o a morir escuadrón!” en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la sede de la Comisión del Arma, no tiene costo
INTRODUCCION A LA PRIMERA EDICION
Ha transcurrido más de un siglo desde los inicios de los deportes hípicos en nuestro país, no
existiendo en la actualidad una bibliografía específicamente militar que los hubiere desarrollado en
forma integral.
La Comisión del Arma de Caballería “San Jorge”, consciente de este vacío o deuda pendiente,
ha impulsado la redacción de esta obra denominada “Reseña Histórica del Hipismo Militar Argentino”.
El Ejército Argentino, muy especialmente en su etapa montada y desplegado en toda la
geografía del país, ha sido el precursor de variadas actividades hípicas que luego fueron cultivadas y
desarrolladas en otros ámbitos. Es de reconfortarse cuando se escucha a jinetes de primerísimo nivel
relatar que aprendieron a taquear o saltar en una Unidad Militar.
El objetivo de esta obra es, además de registrar esos ricos antecedentes, recopilar en un
documento único la información fraccionada y dispersa que existe en diferentes lugares, para evitar
así que ésta se diluya con el tiempo.
Muchos trabajos que con entusiasmo fueron iniciados al respecto, no se han finalizado o
publicado por distintas razones.
Se pretende que esta obra constituya un punto de partida que, mediante un desarrollo sintético,
brinde una base de datos de utilidad y estímulo para aquellos que deseen profundizar su estudio.
La preparación de esta “Reseña” implicó una paciente investigación por parte de los camaradas
que colaboraron en su redacción, quienes plasmaron un trabajo avalado por sus conocimientos y
experiencias vividas en este quehacer.
Se ha pretendido respaldar lo expuesto recurriendo a documentación oficial, publicaciones
específicas, legajos del personal militar, consultas personales, búsqueda en archivos,
entrecruzamiento de información y a todo arbitrio que asegurara la mayor exactitud en lo descripto.
Queda abierta la posibilidad de recibir nuevos aportes que, respaldados por documentación
fehaciente, puedan perfeccionar la información que compendia esta obra.
En sus páginas están registrados los nombres de los caballos que formaron binomios con los
jinetes campeones, alcanzando muchos de ellos relevancia en el hipismo nacional e internacional. A
todos llegue nuestro homenaje, materializado en el “Recordatorio a los caballos que prestigiaron al
hipismo militar argentino”, inaugurado por esta Comisión en la Escuela Militar de Equitación en 2002.
La Comisión del Arma de Caballería, formula su más sincero agradecimiento a los
colaboradores que han permitido la redacción de esta obra y dedica la misma a los jinetes militares
que con su talento, empeño y sacrificio han contribuido al prestigio del hipismo nacional y a los que
aún hoy mantienen con su esfuerzo y entusiasmo uno de los tradicionales y antiguos deportes del
Ejército.
Grl Div (R-Art 62) VALENTIN OSVALDO VENIER
Presidente Comisión del Arma de Caballería
“San Jorge”
INTRODUCCION A LA SEGUNDA EDICION
El interés despertado por la primera edición de este libro ha motivado la necesidad de
reeditarlo, lo que ha servido también para actualizarlo, agregando así una década más al rico historial
del hipismo militar argentino.
Por otra parte, y como aspecto novedoso, se han agregado dos recopilaciones no incluidas en
el texto original, a saber:
– Los Campeonatos Mundiales Militares de Equitación.
– Los jinetes militares fallecidos en prácticas o competencias hípicas.
La historia del hipismo militar argentino es parte misma del Ejército y de la caballería argentina.
Conocerla, es conocer de sus tradiciones, donde abreva el espíritu mismo del arma. De ahí la
trascendencia de esta obra.
La información registrada posibilita nutrirse de quienes hicieron grande esta actividad y
constituyeron ejemplos para las generaciones venideras.
Quienes tuvimos la oportunidad de ver a Delía sobre “Cardón”, a D´Alessandri con “Vidriero”, a
Moratorio triunfando con “Chalán”, o quienes jugamos al polo con el “Negro” Jauregui, sabemos de la
importancia de mantener vigente esas glorias del ayer y todo lo que ellos pueden transmitir a los
jinetes de hoy.
Es por ello que la Comisión del Arma de Caballería cree oportuno rendir un justo homenaje,
con esta nueva edición, a quienes con gran dedicación y esfuerzo jalonaron el camino del tan
apasionante arte ecuestre.
A todos ellos nuestro reconocimiento.
Cabe agregarse, una mención especial para el General de División Valentín Osvaldo Venier
quien fuera el promotor de la primera edición.
Asimismo, no puede soslayarse la colaboración inapreciable del General Carlos Alfonso en la
actualización y revisión de esta segunda edición.
Finalmente, puede afirmarse que esta nueva edición de la Historia de Hipismo Militar Argentino
servirá para que los veteranos rememoren a quienes hicieron grande nuestro hipismo militar, y para
los jóvenes, constituirá un estímulo que les permita recoger un testimonio cargado de laureles
ecuestres.
Grl Br (R-Art 62) JUAN MANUEL DURANTE
Presidente Comisión del Arma de Caballería
“San Jorge”
Se podrá adquirir “Reseña histórica del Hipismo Militar Argentino” en la sede de esta Comisión (Arévalo 3065 – Piso 2) de Lunes a Viernes de 8 a 14, previo contacto telefónico al 4776-0951.
(*) Para los integrantes del arma que retiren su ejemplar en la sede de la Comisión del Arma, no tiene costo