CasaPoemas“Alazán”

“Alazán”

ALAZÁN

 (Rubén Brandáriz)

  

Si hablando de su caballo,
alguno llega a afirmar,
que su caballo volaba,
y era del pelo alazán…
¡Tenga a mano compañero!
¡Puede que sea verdad!
Y que el hombre no hable al vicio,
sólo por alabancear.
Porque es sabido paisano,
que al buen caballo alazán.
¡Lo ande ver muerto primero!
¡Antes que verlo aflojar!
Tuve un pingo de ese pelo,
allá por mi mocedad.
Con él me “florié” en las pistas,
y me acostumbré a ganar.
Entre concursos… y amores…,
¡Y algunas copas de más!
Pero fue una tarde perra,
que no quiero recordar,
se fueron altos los palos,
hubo que desempatar.
Entré a fruncir el “upito”,
y de asustado nomás.
¡Lo que nunca! ¡Aquella tarde…!
¡Se me dio por “manejar”!
¡Se me “perdió” la distancia!
¡Se me hizo que “no iba a entrar”!
¡Quise “meter una mano”!
¡No lo pude “acomodar”!
¡Y “cursiao como peludo”
le pedí un “salto de atrás”!
¡Y me “respondió el caballo”!
¡”Se tiró para volar”!
¡Pero “venía mal pisado”!
¡Y fue inútil corajear!
“Remando sobre aquel rancho”,
vi que no podía pasar…
Se le “pialaron las manos”…
¡Y se me empezó a volear!…
¡Por suerte! “Eché una parada”
y sobre el pucho nomás ,
le “ladié” el bulto a la grupa…
(¡Como chiripá p’a miar!)
¡Se vino”… ¡”Como baraja”!
Y allá se fue a chicotear.
Quebrado en el espinazo,
aún lo siento resollar.
Alguno me “arrimó un chumbo”,
medio quise titubear.
Pero me miró de un modo,
como si me fuese a hablar…,
…y decirme: hacé lo tuyo…,
apretá el dedo nomás …,
…que es tu deber de jinete,
ayudarme a despenar…
¡Me tronó el “fierro” en la mano!
¡”Una mora echó a volar”!…
…Y se fue quedando tieso…
¡Mi noble pingo alazán”…
Es por eso que desde entonces,
yo ya no he vuelto a montar.
Pues me duele la conciencia,
tan sólo de recordar,
que estuve flojo esa tarde,
y que maté a mi alazán,
por no tenerle confianza…
¡Y negarle libertad!…
En vez de ir “buscando el salto”,
“apretando al animal”,
y “galopando adelante”.
¡Para dejarlo volar!…
Ando sin botas ni espuelas…
¡Cansado de caminar,
mirando el mundo de abajo…
¡Por no poder galopar!
¡Yo. Que lo miré de arriba,
montado en el alazán!

¡QUE PUTAS! ¡SIN MI CABALLO!
¡SOY UNO DEL MONTÓN MÁS”